Esta es la otra identidad que tenemos, no la que usamos a diario y que aparece en nuestro DNI, no la que posee hacienda o la seguridad social, ni la que ponemos en un currículum, pero, no por esto deja de ser importante y parte de nosotros mismos, es más, yo diría que la identidad digital puede ser altamente positiva o negativa, según nuestro comportamiento en la red. Por ello me gustaría definir que, esta identidad la creamos casi sin darnos cuenta y viene definida, por todo aquello que publicamos, compartimos y que existe de nosotros en la red, tales como datos personales, páginas Web, links compartidos, imágenes y un largo etc. la combinación de todos ellos hacen referencia a quienes somos.

Con todo lo anterior nos creamos lo que se viene a llamar nuestra reputación en la red, la cual viene definida por todo lo que los demás usuarios opinan de nosotros, de cómo nos consideran.

Ambos conceptos están íntimamente ligados, siendo el último, el resultado de la imagen que hemos creado de nosotros mismos, estos conceptos se aplican también a cualquier institución o empresa. Esto nos lleva al tema de el cómo configurar nuestra privacidad en la Web, porque una publicación indebida puede ser aprovechada por terceros. Tenemos así, que tener mucho cuidado con todo lo que publicamos y metemos en la red. Debemos saber que todo lo que se mete en la red, es público y permanece en la “nube”, por siempre jamás.

En el siguiente post, hablaré sobre “cómo proteger nuestra identidad digital y nuestra privacidad”. Os dejo unos estupendo vídeos que aportarán opiniones y definiciones, sobre lo que acabo de comentar.

Redes sociales e identidad digital

Cómo evitar que nos roben nuestra identidad digital

Julia Echeverría.

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